“Siempre participan sacerdotes, pastores, miembros de todas las iglesias, ayudan en la pacificación del país. Lo veo muy bien, creo que todos tenemos que contribuir a lograr la paz”, dijo el presidente izquierdista al ser cuestionado por la prensa sobre la Intentos en Guerrero.
José de Jesús González, obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, reveló este miércoles que junto a otros tres prelados propuso una tregua a los líderes criminales de Guerrero para frenar la violencia, que ha experimentado nuevos picos en las últimas semanas.
Pero la propuesta fue rechazada por los delincuentes, informó la prensa mexicana citando a González.
“Están haciendo un buen trabajo los que ayudan a la pacificación, los que trabajan para combatir el flagelo de la violencia”, añadió López Obrador en su habitual conferencia de prensa, esta vez desde Acapulco, la ciudad más importante del estado.
El presidente señaló, sin embargo, “que la responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad es del Estado”. “Eso debería quedar muy claro”, advirtió.
Bajo el lema de “abrazos, no balazos”, López Obrador defiende un enfoque que busca reducir la pobreza y otras causas estructurales de la criminalidad que golpea a México, aunque al mismo tiempo rechaza la posibilidad de negociar formalmente con los criminales.
Esta política le ha costado fuertes críticas de opositores en México e incluso en Estados Unidos, que denuncian la supuesta inercia de su gobierno contra los cárteles del narcotráfico.
La postura de López Obrador también se da cuando una representante de su partido, la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Hernández, es acusada de connivencia con el crimen organizado, luego de que a mediados del año pasado se difundieran videos y fotografías donde se la ve reuniéndose con un presunto líder criminal. de la región.
Guerrero es uno de los estados más pobres del país y es utilizado por los narcotraficantes para cultivar marihuana y amapola.
La espiral de violencia criminal que azota a México ha dejado más de 400.000 muertos desde que el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) declaró la guerra a los cárteles a finales de 2006.