Nadie sabe qué hará exactamente Audi cuando termine su participación en el Dakar 2024. Ni la organización ni los rivales tienen nada claros los planes de la marca alemana, que hace tan solo tres años arrancó un ambicioso y millonario proyecto para convertirse en la primera en ganar la prueba con un vehículo híbrido. En medio de los cuchicheos y las chanzas de algunos competidores, el prototipo que busca hacer historia sigue demostrando una velocidad envidiable. La segunda etapa de la edición de 2024 entre Al Hanakiyah y Al Duwadimi, una especial de 470 kilómetros, terminó con exhibición y jornada redonda para sus intereses. Stéphane Peterhansel, ganador de nueve Dakars, se llevó la victoria del día con un tiempo de 3h54m40s y el madrileño Carlos Sainz, con tres entorchados, cazó el liderato en la clasificación general, donde aventaja al saudí Yazeed Al Rajhi (Toyota) en 1m51s.
La alegría era notable en la carpa de los cuatro aros: por un lado Monsieur Dakar empataba el récord de triunfos en coches del finlandés Ari Vatanen y el Matador confirmaba su buen arranque en la 46ª edición del rally, la quinta en Arabia Saudí. Desde su irrupción en 2022, el híbrido impulsado por dos motores eléctricos en cada eje y un motor diésel como extensor de la batería acumula 6 victorias y 22 podios de etapa. El problema, hasta el momento, ha sido la consistencia y resistencia del prototipo. El sueco Mattias Ekström, el menos mediático de su ristra de pilotos, fue en sus dos anteriores participaciones el mejor clasificado en la general con una novena (2022) y decimocuarta (2023) posición final.
“Este es un coche que hay que ser muy valiente para traerlo al Dakar y hacerlo correr, y eso hace que estar luchando por ganar el Dakar o llevarse una etapa sea todavía más especial”, valora Sainz. A sus 61 años, el español sigue ilusionado por poder surcar las dunas con el RS Q E-Tron, una especie de ventana al futuro que, sin embargo, complica mucho las opciones de sus pilotos de cara a la general. “Este coche esconde más sorpresas en términos de fiabilidad, ya que entran en juego muchos más factores desconocidos. Aunque estamos ya en el tercer año nos sigue sorprendiendo”, comenta.
Las mejoras en el vehículo se han centrado en las suspensiones y la durabilidad en una competición que no perdona fallos mecánicos, menos cuando este año hay 48 horas sin asistencia técnica en medio del desierto de arena más grande del mundo y otra más, la de este lunes, con tan solo dos horas para trabajar sobre el prototipo. “No tiene mucha solución, es tan complejo que sería cambiar el concepto, hacerlo todo más sencillo. Si quieres ser híbrido necesitas las baterías, los motores eléctricos, el motor para cargar las baterías, al final no puedes hacerlo más sencillo”, decía el madrileño en una entrevista con este periódico justo antes de abandonar la edición de 2023 tras un accidente doble junto a Peterhansel.
En 2024, los alemanes parecen empezar con buen pie de nuevo, y esperan que el dicho se cumpla: a la tercera va la vencida. Puede ser la última oportunidad para conseguir el ambicioso objetivo marcado antes de abandonar la prueba y centrar todos sus esfuerzos en el desembarco a la Fórmula 1 en 2026.
Otro abandono español en motos
Solo Joan Barreda resiste entre los favoritos españoles a la victoria general en categoría de motos. Después de la caída y abandono de Tosha Schareina este sábado, protagonista de la etapa prólogo en el inicio del rally, las malas noticias para los españoles se repitieron este domingo. Lorenzo Santolino, cabeza visible de la francesa Sherco, que terminó noveno el curso pasado, abandonó a los 15 kilómetros de especial por un problema mecánico en la moto. La etapa se la llevó el chileno Nacho Cornejo, de Honda, con un tiempo de 4h24m17s. El botsuano Ross Branch (Hero), sigue comandando la clasificación general.
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