Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al utilizar el sitio web, usted acepta el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Haga clic en el botón para consultar nuestra Política de privacidad.

Baloncesto: El Unicaja logra batir al Madrid y su racha de 19 partidos triunfales | Baloncesto | Deportes

ACB jornada 10

Real Madrid

Unicaja

Unicaja

Los números no engañaban y aclaraban en esta temporada que el Real Madrid de baloncesto es un reloj donde las piezas encajan, una apisonadora que desdibujaba a todos. Uno, dos, tres, cuatro… y hasta 19 triunfos de carrerilla contabilizó el equipo de Chus Mateo haciendo buena la frase de que los partidos eran sinónimo de victoria. En la Liga y en la Euroliga. Y lo mismo parecía que ocurriría este domingo en el WiZink Center, toda vez que los blancos tenían una ventaja de 21 puntos en el ecuador del encuentro (62-41). Pero a todo eso, a la gran racha del rival y su baloncesto, al pabellón y a la desventaja en el marcador, le hizo oídos sordos el Unicaja, que acabó por vencer (93-99) y por explicar que no tienen imposibles.

El Madrid comenzó como siempre, sensacional en las transiciones, haciendo daño desde el poste bajo y aguijoneando desde el exterior. Todo iba rodado. Pero el Unicaja no se batió ni bajó los brazos, sino que alteró el ritmo del encuentro. Se hizo fuerte en el rebote -tara hasta ese momento en el duelo- y se refugió en Kravish (23 puntos) y Taylor (19), también un Kalinoski que encontraba el camino con el lanzamiento exterior. Y poco a poco, hormiguita el equipo de Ibon Navarro, bastó para descascarillar al conjunto blanco, que perdía la batalla bajo el aro, que no sabía por dónde percutir y que se enredaba en el tiro de Tavares y en la confección de Campazzo, que sumó seis pérdidas.

La exhibición verde y la nulidad blanca convergieron a falta de cinco minutos, cuando se instaló el empate a 81 puntos. Pero por entonces ya se sabía cómo acabaría el asunto, con un Madrid que no entendía nada y que había perdido su habitual fiereza y convicción; y con un Unicaja al alza, que había hecho lo más complicado y que se sabía superior en lo anímico. El acelerón ya no tenía remedio y el triunfo, ese que impedía la 20 victoria blanca consecutiva, tampoco.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

By Adrian Cruz

Te puede interesar