Este domingo 3 de marzo se cumplen 100 días desde que el primer paciente del brote del Síndrome de Guillain-Barré comenzó a presentar síntomas. Hasta la fecha, el Ministerio de Salud ha identificado 82 casos y reporta 63 sospechosos, los cuales se encuentran bajo análisis.
La línea de tratamiento incluye el uso de inmunoglobulinas intravenosas -derivados del plasma que ayudan al organismo a combatir una infección-, pero hay escasez en la red hospitalaria pública. Desde esa cuenta, el 20 de febrero, el titular de la cartera, Oscar Cordón, informó que la otra posibilidad para tratar a los pacientes era el uso de plasmaféresis.
Según el funcionario, este procedimiento es más económico, y esto evitaría que los hospitales incurran en mayores gastos por el alto costo del medicamento, ya que un frasco de 5 gramos ronda los Q7,500, y un paciente puede consumir cinco diarios. y el tratamiento es por cinco días, por lo que el costo ascendería a Q187 mil aproximadamente. Sin embargo, sólo tres centros asistenciales cuentan con el tratamiento disponible: Hospital Regional de Occidente, Roosevelt y General San Juan de Dios.
Si bien el procedimiento de plasmaféresis ronda los Q4 mil, y el paciente podría requerir alrededor de cinco, según lo establecido por la Guía de atención hospitalaria para pacientes con Guillain-Barré.
Es por eso que Hugo Cardona, patólogo del Departamento de Laboratorios Clínicos y Patología del Hospital Roosevelt, indica que este tratamiento es más “rentable”, porque además del ahorro que representa para el sistema de Salud Pública, es más beneficioso para el paciente. paciente en comparación con el uso de inmunoglobulina, por lo que se considera un tratamiento de categoría uno para tratar la afección.
Pero ¿qué es la plasmaféresis? El especialista indica que ante cualquier enfermedad el cuerpo crea anticuerpos que como medio de defensa atacan a ciertos antígenos, microbios y toxinas, pero en ocasiones estos anticuerpos actúan de manera anormal y afectan al propio organismo, por lo que es necesario eliminarlos.
“Es a través de un mecanismo, generalmente centrifugación, que se separan los componentes de la sangre, solo queda expuesto el plasma, el cual es eliminado del organismo y reemplazado por una sustancia, ya sea sintética como la albúmina u orgánica, como alguna sangre. componente como el plasma”, comenta Cardona al explicar el procedimiento.
La plasmaféresis se utiliza como tratamiento para diferentes patologías, y su eficacia ha sido comprobada científicamente para casos de Guillain-Barré. Sin embargo, existen ciertas consideraciones que se deben tomar en cuenta para obtener los resultados esperados, y una de ellas es que el paciente debe realizarse el procedimiento en los primeros siete días en los que comenzaron los síntomas de la enfermedad, luego de ese tiempo el daño a el paciente puede ser irreversible.
Como manifestación clínica inicial, el síndrome provoca debilidad muscular -flacidez- en los miembros inferiores, y falta de reflejos. Es una parálisis ascendente y el peligro se produce cuando los músculos del pecho se paralizan, lo que puede provocar insuficiencia respiratoria y provocar la muerte.
Más habitual
Durante los últimos tres años, el Hospital Roosevelt ha atendido a 27 pacientes con guillain-barré con plasmaféresis, una enfermedad que Cardona señala es común tener casos en estos meses y cuando comienzan las lluvias, y que una infección gastrointestinal podría desencadenarla.
En lo que va de 2024 han atendido a tres pacientes: una mujer a la que se le realizaron cuatro procedimientos, y dos hombres a los que se les realizaron dos, ya que los recambios de plasma se hacen hasta que las personas mejoran.
“Los pacientes recuperan su movilidad en cuestión de cuatro a cinco semanas con este tratamiento”, afirma el patólogo, y lo hacen en promedio tres días antes que cuando reciben inmunoglobulina.
El Guía de atención hospitalaria para pacientes con Guillain-Barré establece que la plasmaféresis se debe realizar cada 48 horas por un total de cinco sesiones, cada una con una duración de entre dos y cuatro horas.
Si tras este recambio plasmático el paciente no evoluciona positivamente, la evidencia científica indica que ya no mejorará, afirma el médico. De ahí la importancia de que reciba el tratamiento en los primeros siete días en que aparecen los síntomas, porque pasado ese tiempo el daño puede volverse irreversible.
Equipo multidisciplinario
En el Hospital Roosevelt los encargados de realizar la plasmaféresis son los patólogos, quienes son especialistas en medicina transfusional. Manejan el equipo, monitorean al paciente, extraen el plasma y lo reemplazan, ya sea con plasma o soluciones como la albúmina. En el centro asistencial trabajan seis profesionales y 15 residentes de patología.
Sin embargo, un equipo multidisciplinario está involucrado en la atención al paciente. El médico de cabecera es quien hace el primer diagnóstico, y luego intervienen internistas, neurólogos y nefrólogos si el daño ha llegado a los riñones, patólogos y enfermeras.
Riesgos
Como todo tratamiento, la plasmaféresis no está exenta de riesgos, aunque según el médico, este es menor que el beneficio que obtiene el paciente.
“Cuando hay una transfusión, sobre todo de plasma, tratamos una enfermedad con un agente que debe ser tratado con calidad médica. Puede haber fiebre, reacciones al plasma, a largo plazo puede haber inmunidad contra ese plasma que se transfundió”, añade.
El riesgo se minimiza cuando se utiliza albúmina, ya que es un producto que pasa por todos los controles de calidad farmacéutica, y está diseñado para eliminar estos efectos secundarios, por eso es el que se suele utilizar en el Hospital Roosevelt, según el doctor.
Donación
Para un procedimiento de plasmaféresis se necesitan cinco personas que donen sangre, las cuales pasan por un procedimiento para obtener el plasma que luego se coloca en el paciente.
“No sólo se utilizan glóbulos rojos de la sangre, también se pueden utilizar otros derivados para salvar vidas de esta otra manera”, añade.
