“Por supuesto que tenemos confianza en nuestro entrenador”. Las palabras de un alto cargo del Sevilla a este diario constituyen una muestra más del apoyo de los dirigentes del club andaluz a Diego Alonso, técnico del equipo andaluz que todavía no conoce la victoria después de siete partidos, cinco en la Liga y dos en la Champions. Solo ganó en la Copa ante el Quintanar (0-3), un equipo de Regional. Si el Sevilla no derrota en casa al PSV (18.45, Movistar LC) en una final anticipada, sus opciones de seguir en Europa quedarían seriamente afectadas. De fondo, la figura del entrenador está muy tocada. La zona noble le muestra su apoyo sin fisuras de puertas para afuera. Pero de perder ante el PSV y el Villarreal en la Liga la situación se haría insostenible.
Víctor Orta, el director deportivo, fue el gran aval para la llegada de un técnico sin experiencia en Europa. Venía a sustituir a José Luis Mendilibar, el entrenador que conquistó la última Liga Europa contra la Roma el pasado mayo. El vasco se marchó con el equipo en la 14º plaza. A dos del descenso y a 11 puntos de la cuarta posición, teórico objetivo del club andaluz. Había ganado dos encuentros de Liga y empatado otros dos, ante Rennes y PSV, en la Champions. Ahora, el Sevilla es 15º. Si bien está a cuatro puntos del descenso, se encuentra a 19 de la zona Champions y a 12 de la europea.
“Esta entidad necesita paciencia con el entrenador”, proclama una y otra vez Orta, quien ha decidido unir su futuro al del propio técnico. Diego Alonso es su apuesta y el club está en un momento de tanta tensión e incertidumbre que hasta el puesto del director deportivo está en juego. “Calma y confianza. Hay que tener paciencia y confianza en él. Es importante que el club mantenga un mensaje unido y claro con el técnico”, aclara Joaquín Caparrós, entrenador del club con más partidos dirigidos, 241, y más victorias, 111. “Estamos a muerte con el entrenador. Si me pedís mi opinión, ojalá se quede con nosotros muchos años. El mundo del fútbol solo se rige por los resultados ahí fuera, pero estamos haciendo muchas cosas bien”, destacó Sergio Ramos, expulsado en Anoeta en Liga contra la Real y que será titular frente al PSV.
Un asado como apuesta
Diego Alonso no ha ganado en sus primeros cinco partidos de Liga (cuatro empates y la última derrota en San Sebastián). El último entrenador con un dato tan pobre fue Marcos Alonso, en la temporada 1999-00. El Sevilla acabó ese curso en Segunda. El choque ante el PSV es una final porque no solo está en juego el pase a los octavos, algo que el Sevilla lograría ganando a los holandeses y al Rennes en el último choque. De caer derrotado, perdería toda posibilidad de quedar tercero si los franceses al menos empatan ante el Arsenal en el otro encuentro.
“Siento que el partido no es solo una final para mí, sino para el club, los jugadores y la propia afición”, aclaró Diego Alonso. Muy tocado por la situación del Sevilla, el preparador sigue luchando para sacar a flote a su equipo y es consciente de que dos victorias en los dos choques que quedan colocarían al Sevilla en los octavos sin depender de nadie. Diego Alonso tiene fe. Tanta que se ha jugado un tradicional asado uruguayo con su entorno más cercano a que el Sevilla estará en los octavos de final. Sería la quinta vez que lo logra el conjunto andaluz en su historia en la Liga de Campeones.
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