El Madrid se presentó a la cita clave ante el Girona con una pareja de centrales que, entre los dos, solo sumaban cuatro partidos en esa posición. Tchouameni, dos encuentros y medio. Y Carvajal, uno y medio. “Hemos batido el récord del mundo con los cuatro centrales lesionados. Más preocupado que hoy no podía estar”, admitió Carlo Ancelotti después del 4-0, feliz por el “mejor partido” de los suyos este curso, “un golpe fuerte a la Liga”. “Un partido humilde”, sentenció el italiano.
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Andriy Lunin, Lucas Vázquez, Ferland Mendy (Fran Garcia, min. 77), Aurelien Tchouameni, Dani Carvajal, Federico Valverde, Jude Bellingham (Brahim Diaz, min. 57), Camavinga, Kroos (Modric, min. 70), Vinicius Junior (Arda Guler, min. 77) y Rodrygo (Joselu, min. 70)
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Gazzaniga, Eric Garcia, Juanpe, Yan Couto, Miguel Gutierrez , Tsygankov (Valery Fernández, min. 70), Aleix García , Portu (Pablo Torre, min. 45), Iván Martín (Jhon Solís, min. 70), Sávio y Dovbyk (Stuani, min. 70)
Goles 1-0 min. 5: Vinicius Junior. 2-0 min. 35: Jude Bellingham. 3-0 min. 53: Jude Bellingham. 4-0 min. 60: Rodrygo.
Árbitro Juan Martínez Munuera
Tarjetas amarillas Juanpe (min. 21), Yan Couto (min. 67) y Ferland Mendy (min. 76)
Míchel, sin embargo, osciló entre el descenso a la tierra y la dosis de cilicio. “Nos han pintado la cara”, reconoció. “La máxima responsabilidad es mía porque les he pedido a los jugadores presión alta, presión tras pérdida… Los he expuesto, pero era el momento de hacer esto, no teníamos nada que perder. Podíamos haber planteado un partido para salir airosos, defendiendo en bloque bajo, con tres centrales, pero no teníamos nada que perder. Era un todo o nada”, explicó el entrenador del Girona, que no cree que les haga daño y que espera que les vaga como crecimiento.
“Hemos intentado jugar de tú a tú, pero cuando el Madrid está a un gran nivel, no llegamos. Ellos fueron muy superiores en los duelos. El partido de Vinicius, Camavinga… No estamos a ese nivel. Esto te hace ver tu realidad y todo lo que hemos hecho. Nuestra Liga no es esta. Nos faltan uno o dos pasos para llegar al nivel del Madrid, que ha sido muy alto”, explicó el técnico de Vallecas.
La mejor noche del Madrid este curso sumó, no obstante, otro punto de preocupación: el tobillo izquierdo de Jude Bellingham. Ancelotti afirmó que sufre un esguince y su presencia el martes en Leipzig, en la ida de los octavos de Champions, está muy en duda. Por la mañana se le había caído Rüdiger debido a una lesión muscular en el muslo izquierdo por el golpe que sufrió en Getafe hace 10 días.
“La emergencia absoluta acaba hoy”, había sentenciado una semana antes Carlo Ancelotti, cuando daba por hecho que recuperaría al alemán. Pero no. El teutón, lejos de no estar listo, permanecerá de baja unas dos semanas más. Para Europa sí espera recuperar a Nacho, ausente este sábado por una sobrecarga. Sin ningún central sano después de que el club decidiera rápido no acudir al mercado de invierno pese a quedarse solo con dos para cuatro meses, ante el Girona acudieron al auxilio un lateral y un pivote, que nunca habían coincidido en esa demarcación. Del Bernabéu se marcharon, eso sí, sin rasguños. Ningún tiro a puerta del Girona y Artem Dovbyk, autor de 14 tantos en Liga, apenas dejó la raquítica cifra de 10 intervenciones en los 74 minutos que disputó.
La precariedad de efectivos en la zaga abonó un plan típico de Carletto en estos escenarios. Presión alta si se podía, incluso hombre a hombre. Si no, paciencia y compactos para negar los espacios al Girona. El 1-0 de la casi nada de Vinicius validó el plan y luego nadie se benefició más de ese cuadro que él, con praderas para correr y golpear. “Ha hecho un partido top”, definió Ancelotti, que, “con esta actitud”, lo situó “como el mejor del mundo”. El segundo del altar, tras ser preguntado después, sería Bellingham.
Las lesiones le han negado esta temporada a Vinicius la continuidad que siempre había tenido (ha sufrido los dos primeros problemas de carácter muscular en España), pero no ha perdido el tiempo. Sobre todo, desde que entró 2024: seis tantos en ocho partidos. Fue decisivo en la final de la Supercopa (triplete) y este sábado ante el Girona. El 1-0 se lo inventó en un amago de contra que no había anunciado nada hasta que soltó un latigazo combado desde 25 metros.
Y de la rotundidad a la sutileza. El 2-0 y 3-0 los parió con dos acciones sutiles: primero con un pase con el exterior maravilloso, con el matasellos de Modric, al espacio a Bellingham y luego bailando sobre la línea de fondo frente a Yan Couto, preludio del remache a placer del inglés, que volvió a meter en jugada después de ocho partidos con solo un penalti anotado (al Almería) y ya lleva 20 entre todas las competiciones. Fue la despedida y cierre para el ex del Dortmund, que se marchó muy dolorido del tobillo izquierdo (ya llevaba vendado) por dos torceduras.
Ahí se acabó la sesión vespertina de JB, pero no la de Vinicius, pletórico en ataque y al que también se le vio correr hacia atrás y bajar al barro como pocas veces. Encaró y burló a Couto, y persiguió por su orilla a su compatriota, una de las grandes amenazas de los visitantes que padeció una tortura. “Esto le viene bien. Lo superará. Yo también estoy en fase de mejora”, concluyó Míchel.
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